Hoy se celebra el Día Internacional del Libro. :) Yo siempre he sentido una gran fascinación por los libros de todo tipo, desde muy pequeña; sobre todo por los antiguos, hacia los que además de cierta predilección siento mucho respeto. Muchas veces Teron y yo hacemos visitas a librerías, pero lo que más me gusta son las bibliotecas. Me encanta entrar en ellas y explorar los libros que hay sin ir buscando nada en especial: siempre te puedes encontrar algo interesante que no te esperabas (por desgracia, para eso hace falta tener tiempo). Además, en las bibliotecas puedes toquetear los libros y en las librerías no. :p Y no sé, las bibliotecas tienen algo especial: allí me siento a gusto. Son como un pequeño mundo aparte en el que se encuentra reunido todo el saber (bueno, una gran representación, al menos), numerosos secretos esperando a ser descubiertos por alguien.
Alguna vez me he encontrado con gente que ha tirado libros a la basura. En esos casos, siempre les digo: ¡los libros no se tiran! Es verdad: si no quieres un libro, dáselo a otra persona, pero no lo tires. Eso debería ser un delito y estar perseguido y castigado por la ley. :p
Hay una iniciativa muy buena para evitar esto de que se destruyan los libros que ya no se quieren: BookCrossing. Los BookCrossers registran los libros en la página web de BookCrossing e indican dónde van a "liberarlos"; es decir, a dejarlos para que otra persona los encuentre. Al final el compartir libros se convierte en un juego en el que unos esconden un "tesoro" e indican a otros, los "cazadores", en qué lugar se encuentra. Lo malo de esto es que podría encontrar el libro alguna persona que no sepa de qué va el asunto. Seguro que hoy hay liberaciones masivas de libros en todo el mundo.
1 comentario:
¿Sabías que yo estoy apuntado a bookcrossing desde hace tiempo?
Lo que pasa es que me da pena deshacerme de los libros >.<
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