viernes, 25 de septiembre de 2009

Soy fan de Madrid

Tengo mucho cariño a mi Sevilla natal: las calles del centro, el olor a azahar en primavera, el agradable clima de la ciudad... Pero hoy me declaro oficialmente fan de Madrid. Me encantan sus calles, plazas y jardines (esta primavera había por todas partes unos preciosos tulipanes de colores exquisitamente combinados), esos edificios de fachada historiada y cuidadosamente conservada que hay en la parte del centro... Otra de las cosas que más me gustan de esta ciudad es que cada barrio tiene una identidad propia, como si cada uno de ellos fuese un pueblecito distinto. Así, puedes encontrar barrios con tiendas exclusivas, como el de Salamanca; coger el metro y aparecer en Atocha, donde puedes encontrar las pequeñas tiendas de barrio de toda la vida y unas calles que en ocasiones me recuerdan a la zona de Los Remedios de Sevilla (eso sí, las fachadas de los edificios y la gran anchura de las calles son los propios de Madrid). Y poder cruzar Madrid de una punta a otra en pocos minutos gracias al metro es maravilloso.

Una de las grandes ventajas de Madrid es que es una ciudad viva, en constante movimiento, y todos los días tiene algo nuevo que ofrecer: teatros, conciertos, exposiciones, eventos... De todas las veces que he pisado Madrid, nunca me he aburrido. Además, aquí puedes encontrar de todo: si quieres algo, lo tienes en Madrid. Hay un montón de pequeñas tiendas antiguas, de esas que tienen los mostradores originales y que logran transportarte atrás en el tiempo cuando entras en ellas.

Madrid tiene algo que apasiona y que te enamora lentamente casi sin que te des cuenta: cada vez que vengo (escribo esta entrada desde la capital española) tengo ganas de quedarme para siempre; y cuando he de partir de aquí, me consuelo pensando que algún día tengo que volver.

Pero a todo lo que he expuesto hasta ahora, tengo que añadir la principal razón por la que me encanta esta ciudad: su gente. Madrid es la suma de todos. Esta frase es más que el lema de la ciudad, es una realidad que se vive día a día aquí, una completa filosofía de vida de sus habitantes. Un folleto turístico reza: "si estás en Madrid, eres de Madrid". Tengo que decir que yo, que me siento extranjera en mi propia tierra (y por tanto, también en cualquier otro sitio al que vaya), cuando vengo a la capital de España no tengo esa experiencia. Aquí hay gente de todo tipo y de todo el mundo. Además, los madrileños son muy cariñosos y acogen a todo el mundo, sin importar cómo sea ni de dónde venga.

Recientemente he descubierto que mi tatarabuela, que se llamaba como yo, era de aquí: será que las raíces tiran...


PD. Si no has estado nunca en Madrid, te animo a que visites la ciudad, porque no te dejará indiferente. Dejo aquí un enlace al portal de información turística de Madrid:

sábado, 19 de septiembre de 2009

Manifestación por el Derecho a la Vida

El próximo 17 de Octubre tendrá lugar en Madrid una nueva manifestación en defensa de la Vida, la Mujer y la Maternidad.

Más información en:
http://17o.derechoavivir.org/








No escribo ningún texto porque es un tema que ya he tocado en otras ocasiones y no me gusta repetir. Pongo enlaces a esas otras entradas:


-El Genocidio del siglo XXI

-A lo que nos lleva esta sociedad autómata.

viernes, 11 de septiembre de 2009

A lo que nos lleva esta sociedad autómata

De verdad, que no aguanto más esta dictadura encubierta en la que vivimos. Los políticos de turno nos dicen lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que vivir, lo que podemos pensar y lo que no, y ahora hasta nos dictan lo que está bien y lo que está mal. Señores, ya está bien, que no somos sims a los que pueden manejar a su antojo, que algunos pensamos por nosotros mismos aunque ustedes se empeñen en establecer un pensamiento único y anular nuestra voluntad.
Para mí lo que tenemos ahora mismo no es democracia, sino una autocracia encubierta. La única democracia que yo entendería como tal sería una situación en la que todos los ciudadanos nos interesáramos por algo más que la cervec
ita de los domingos y pudiéramos plantear propuestas en el congreso y votar cada proposición, ley o iniciativa que desde allí se promueva. ¿Qué es eso de que los políticos tengan licencia para manejar a sus anchas nuestra vida?

Esta creciente delegación en otras personas de la capacidad de pensar nos está llevando a la perdición. Por ejemplo, detrás del aborto (que ya es un terrible atentado contra la dignidad humana) viene la eutanasia, y eso significa la cultura del más fuerte; un mundo en el que los más débiles, cuando debieran ser protegidos, sean asesinados sin piedad ni cargo de conciencia, empezando por los bebés con algún "defecto" (o léase "diferencia") y terminando por los ancianos y enfermos crónicos, a los que se arrebatará la vida ocultando este terrible atentado por causas económicas (son personas que ocasionan mucho gasto a la sociedad y que al mismo tiempo no pueden producir nada) detrás de la bandera de la "muerte digna", que no es muerte (porque es asesinato), ni es digna (porque lo realmente digno sería luchar por el bienestar de esas personas y no privarles de la vida, que es un derecho que está por encima de todo). Y así vuelven la eugenesia y todas esas ideas irracionales y tóxicas del siglo pasado que yo creía ya superadas.

Otra cosa que pronto cambiará será que dentro de poco el chip del DNI nos lo querrán implantar en un brazo o en el cuello. Y el primer paso para ello, tal y como adelanta el escritor Daniel Estulin, es la psicosis que ya se está creando a través de la desaparición de niños. Dentro de poco todos querrán poner un chip identificativo a sus hijos para evitar que sean raptados.

Vaya cómo está el patio. Y lo peor es que no hay escapatoria.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Demonización de las bolsas de plástico

Las bolsas de plástico están comenzando a ser demonizadas, perseguidas y extinguidas. Es cierto que muchas acaban contaminando el mar, es cierto que otras terminan tiradas por ahí en el campo; sin embargo, no entiendo que las bolsas de plástico comiencen a prohibirse en lugar de abogar por un uso responsable de ellas. Por ejemplo, un cuchillo es muy útil en la cocina, pero en la calle puede convertirse en un arma letal. Pues lo mismo ocurre con las bolsas, que no son "malas" en sí mismas, aunque un mal uso de ellas pueda llegar a producir una auténtica catástrofe. La solución no es la prohibición, sino el uso responsable y la sanción de aquellas conductas que puedan poner en peligro al medio ambiente (que lo piense la administración del Estado, que así puede sacarse mucho dinerito en multas para superar la crisis y seguir subvencionando votos. Pero ése es otro tema...).

Y entonces los orquestadores de esta campaña de demonización dirán que es que las bolsas de plástico contaminan. Pues bien, que las fabriquen con otros materiales que sean biodegradables (por si a alguien se le ocurre dejarla donde no se debe). Por ejemplo, ya hay algunos establecimientos que utilizan sin ningún problema unas bolsas hechas con fécula de patata, totalmente biodegradables (y por tanto, respetuosas con el medio ambiente). Pero claro, es más fácil no repartir bolsas (que significa menos gasto para el establecimiento) o cobrarlas (que significa más ingresos para el establecimiento). Qué casualidad que, en medio de la crisis económica, casi todos los establecimientos se están volviendo "ecologistas" (entrecomillado porque se trata de un falso ecologismo que oculta un móvil económico). De todas formas, sepa el lector que una boñiga de vaca emite muchísima más cantidad de CO2 que una mísera bolsa de plástico. ¿Debemos por eso exterminar a las vacas?