Últimamente tengo la sensación de que el tiempo se me escapa, de que pasa inexorable y fugaz ante mis ojos antes de que me dé cuenta. Y esto sucede tan rápido, que cuando somos conscientes del momento presente, éste ya ha pasado. De esta forma, es imposible decir la hora exacta que es (en horas, minutos y segundos) en un momento determinado, porque cuando terminas de decirlo ese momento temporal ya ha pasado y es otra hora diferente...
No podemos verle, y sin embargo, el tiempo es el verdadero gobernante de nuestras vidas. No somos libres, porque estamos esclavizados por el tiempo. No podemos cambiarlo: se nos impone. No podemos ir atrás para solucionar algún error pasado; ni tampoco podemos acelerarlo para saltarnos algo que nos resulte desagradable.
Lo peor es cuando me doy cuenta de que ¡es imposible perder el tiempo! El tiempo no se pierde (aunque a veces tengamos esa feliz impresión): siempre se emplea en algo. Así que ni siquiera podemos boicotearle. Podemos organizar nuestro tiempo y tener la orgullosa sensación de que podemos controlar su paso; pero en realidad lo que hacemos es ajustarnos a sus demandas.
Los días se me están pasando muy rápido este año. Será que ya es el último curso de la carrera y antes no me paraba mucho a pensar en esto, en que el tiempo está pasando y pronto cerraré un capítulo de mi vida para zambullirme en un nuevo universo desconocido.
Los días se me están pasando muy rápido este año. Será que ya es el último curso de la carrera y antes no me paraba mucho a pensar en esto, en que el tiempo está pasando y pronto cerraré un capítulo de mi vida para zambullirme en un nuevo universo desconocido.
1 comentario:
El tiempo no existe. Es sólo un invento del ser humano porque nacemos, vivimos y morimos.
Ahora te llamo ;-)
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