-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
- No es a ti, no.
-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternuras guardo un tesoro
¿A mí me llamas?
- No, no es a ti.
-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
-¡Oh, ven, ven tú!
(Rima XI, G.A. Bécquer)
¡Cómo me gustaría poder consolarte
Ay, Gustavo, ¡que mi alma llora
Qué muerte tan lenta y dulce
Ay, Gustavo, ¡qué dolor tan inmenso!