Cuando hay alguien tocando en la calle (un violín, un acordeón, cualquier instrumento) no puedo evitar detenerme y quedarme embobada. Al mismo tiempo veo cómo la mayoría de la gente pasa de largo como si estuviera sorda, y no puedo entender cómo es posible tal insensibilidad a la Música. A mí me toca el alma, me sacude y me roba emociones desde lo más profundo de mi ser. (Mierda, acabo de escribir una cursilada, :p)
domingo, 5 de septiembre de 2010
Yo también vivo por Ella
Cuando hay alguien tocando en la calle (un violín, un acordeón, cualquier instrumento) no puedo evitar detenerme y quedarme embobada. Al mismo tiempo veo cómo la mayoría de la gente pasa de largo como si estuviera sorda, y no puedo entender cómo es posible tal insensibilidad a la Música. A mí me toca el alma, me sacude y me roba emociones desde lo más profundo de mi ser. (Mierda, acabo de escribir una cursilada, :p)
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Experiencias,
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1 comentario:
No tan "cursilada". Si la música no nos "cursila" de esa manera, o no es verdadera música o no somos seres humanos.
Lo que no comparto es el gusto por Andrea Boccelli, aunque es un buen profesional y ahí se queda
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