En una hermosa mañana de primavera
el oscuro manto negro le cubrió.
Los ajenos pájaros alegres cantaban;
en mi corazón un frío hueco quedó.
El recuerdo incansable persigo desde entonces
de lo que sin avisar se perdió;
la desdicha que ahora siento
mi alma completa conquistó.
No sé qué me pasa últimamente que me acuerdo mucho de mi perro; por las noches me asalta su recuerdo y el deseo de abrazarle una vez más vuelve a mí casi con la misma intensidad de hace dos años, cuando la muerte lo arrebató de mi lado.
Ayer vi por la calle un bóxer y no pude evitar seguirle con la mirada, intentando encontrar en él algún atisbo de aquello que un día fue y ya nunca más será.
Ayer vi por la calle un bóxer y no pude evitar seguirle con la mirada, intentando encontrar en él algún atisbo de aquello que un día fue y ya nunca más será.